Hace dos días fue divulgada en las redes sociales una foto de una campaña iniciada por jóvenes haitianos que mandaron a hacer camisetas con mensajes de desprecio a la República Dominicana, con una seña despectiva sobre el mapa dominicano y el texto “fuck you amigo”.
Ante esta peligrosa manifestación, esos comunicadores que diariamente hablan del tema haitiano para exacerbar el odio hacia República Dominicana y vender el país como xenófobo para satisfacer intereses particulares, hicieron caso omiso, incurriendo en un revelador silencio cómplice.
Y aunque uno a veces se pregunta ¿Qué más tiene que hacer Haití, cuántas banderas dominicanas tienen que quemar los haitianos y cuántos ciudadanos dominicanos tienen que agredir, cuantas campañas de “no viajen a República Dominicana” y cuántas humillaciones públicas para que estas personas antinacionalistas despierten? Hay que entender que no se trata de eso, sino de traidores a la patria con una agenda especial que nada tiene que ver con el bienestar colectivo.
Por tales motivos es que toca a las empresas productoras y a los medios ser más responsables con lo que promueven. Que un canal tenga personas todo los días incentivando el conflicto entre República Dominicana y Haití, no es libertad de expresión sino traición a la patria, y en virtud de la libertad de expresión no se debe permitir que se afecte un bien mayor que es la seguridad del país y de los dominicanos.
De todas formas hay que destacar algo importante: Si los medios siguen lavándose las manos con aquellos que tienen esta lucha sistemática para provocar una crisis con fines anexionistas, no estamos desamparados porque tenemos Ley y debemos usarla. Cuando hablamos de “traición a la patria” no es una frase populista sino una forma coloquial de señalar un delito contra la seguridad exterior del Estado tipificado en el artículo 76 del Código Penal que dice lo siguiente: “Toda persona que, desde el territorio de la República, se ponga o trate de ponerse de acuerdo con Estados extranjeros o con sus agentes, o con cualesquiera institución o simples personas extranjeras, para tratar de que se emprenda alguna guerra contra la República o contra el Gobierno que la represente, o que se les hostilice en alguna forma, o que, contra las disposiciones del Gobierno, se intervenga de cualquier modo en la vida del Estado o en la de cualquier institución del mismo, o que se preste ayuda para dichos fines, será castigada con la pena de treinta años de trabajos públicos”.
Por Leila Mejía
http://www.elcaribe.com.do/2015/03/12/leila-mejia#sthash.ZRkhF6jL.dpuf
El presidente de la entidad, Manuel Cruz Estévez, expresó que las especies que están siendo cortadas son cambrón (Prosopis Juliflora), campeche (Haemtoxilum Campechae), caimito, mango y pinos, éste último usado para sacar astillas de cuaba, lo que tiene gran demanda en el vecino país.
Explicó que las zonas más afectadas son la desembocadura del río Masacre en la bahía de Manzanillo y las zonas boscosas de La Laguna que componen el Parque Nacional Montecristi, a lo largo de la carretera Montecristi-Dajabón, y en las comunidades El Coco, de Dajabón; Los Pinos, Loma de Cabrera, Santiago de la Cruz, El Cambronal, Capotillo, y el Tamarindo.
El presidente de la Fundación dijo que los haitianos cruzan al territorio nacional en grupos desde las comunidades desde las comunidades Fort Liberté, Ferrie, Limonade y Perches y se internan en las zonas boscosas para cortan la madera sin importar el tipo de árboles, hacen los hornos ocultos, luego los trasladan en burros la producción de carbón al vecino país.
Expresó que en ocasiones los responsables de desforestar las zonas montañosas dicen que cuentan con cartas de rutas suministrada por la Encargada Forestal de Dajabón, Colombina Vargas.
Cruz Estévez exhortó a Medio Ambiente y al Cuerpo Especializado de Seguridad Fronterizas (Cesfront) proteger los bosques de la zona y evitar el tráfico de carbón para que no desaparezcan decenas de ríos, arroyos de la zona.
Mientras el gobernador de Independencia, Viany Medina, informó que en la región suroeste las autoridades también están tomando medidas para evitar que los haitianos crucen desde su país a deforestar los bosques para hacer carbón y leña.
Según estudios realizados por entidades independientes de la zona, unas 22,170 toneladas de carbón vegetal, equivalentes a 362 mil sacos de carbón son trasladado desde la República Dominicana a territorio haitiano cada año.
Dijeron que el 86% del carbón que se consume en Haití, procede de árboles cortado en República Dominicana, específicamente en zonas de la frontera, sin que ninguna autoridad militar o ambiental frene esa práctica, y en la que también participan dominicanos.
UN APUNTE
La frontera
Los haitianos atacan en distintas direcciones deforestando los bosques, robando productos agrícolas, animales de distintas razas para trasladarlo Haití.
También roban vehículos y motocicletas que son vendidas en ese país.
También roban vehículos y motocicletas que son vendidas en ese país.