El Presidente de la República Dominicana, Lic. Danilo Medina, hizo bien al decirle al Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki Moon, que los dominicanos están imposibilitados de compartir su pobreza con la secular miseria de los vecinos haitianos y que conviene que aquellos pueblos de mayor desarrollo relativo son los llamados a auxiliar a Haití.
Debido a un cúmulo de inconvenientes, el Gobierno Dominicano está imposibilitado de resolver los problemas de su propio pueblo, cuyos reclamos se escuchan un día y otro y por doquier; ¿cómo, pues, cargar con problemas ajenos?
Por eso la conveniencia de que el Presidente Medina le haya dicho al máximo jerarca de la ONU, que la solución a los problemas haitianos deben ayudar a buscarlos gobiernos de países ricos.
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