Se trata de Roberta Edwards, 55 años, misionera evangélica que dirigía un orfanato para niños abandonados en Haití. Además, Edwards estaba envuelta en diversos proyectos de desarrollo en el país caribeño. Al momento de su muerte estaba preparándose para un próximo taller para maestros de Estados Unidos.
Edwards vivió en Haití desde el año 1995, a dónde se mudó siguiendo a su esposo, un nacional haitiano. El matrimonio luego terminó, y ella permaneció en Haití, diciendo en sus propias palabras “Decidí quedarme para hacer cualquier cosa que fuera útil.” Al momento del terremoto de 2010, en Haití, uno de los niños de su orfanato falleció debido a los derrumbes causados por el seísmo.
El ministerio de la señora Edwards, debido a su constancia y dedicación, obtuvo el apoyo de la iglesia Estes Church de Henderson, Tennessee, así como de la entidad Global Ministries de Indiana, y llegó a atender hasta 30 niños. Edwards, también estaba envuelta en proyectos de nutrición y alimentación que alcanzaban a 120 niños del vecindario donde se encontraba, esto 2 veces al día, cinco días a la semana.
El hecho letal ocurrió en Port-au-Prince, ayer sábado en la noche, mientras Roberta se encontraba en una estación de gasolina.
El medio digital CristianChronicle.com informa que parte de los maestros que se encontraban en Haití, están en vías de regreso a Estados Unidos. Sin duda, una perdida de peso extraordinario para las decenas de pequeñas vidas que alcanzaba con su trabajo de amor. Descanse en paz, Roberta Edwards.
http://gloriaivonne.com/2015/10/11/misionera-norteamericana-muerta-a-balazos-en-haiti/
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