A poco más de dos meses para sumir su nueva investidura eclesiástica, monseñor Francisco Ozoria abordó el tema de la inmigración haitiana en una entrevista concedida al periódico El Día, en la que advierte que “el calificativo de pro haitiano, no me quita el sueño”.
Considera que no es un secreto que los inmigrantes haitianos son una población muy desprotegida, por lo que el trabajo que afirma ha realizado para defender sus derechos no le avergüenza.
El prelado también afirma que la ley 169-14 sobre regularización migratoria fue “una salida salomónica” ante la presión extranjera, “que quizás pudo ser mejor, pero se hizo algo”, con lo que la imagen del país en el extranjero quedo un poco “purificada”.
Aunque lo dicho por monseñor Ozoria sobre la sentencia del Tribunal Constitucional que establece un marco regulatorio para la inmigración ilegal es diametralmente opuesta a la de su antecesor, Nicolás de Jesús López Rodríguez, se requiere que la Conferencia del Episcopado Dominicano emita algún tipo de documento que clarifique la posición de la Iglesia en torno a ese tema.
El prelado también afirma que la ley 169-14 sobre regularización migratoria fue “una salida salomónica” ante la presión extranjera, “que quizás pudo ser mejor, pero se hizo algo”, con lo que la imagen del país en el extranjero quedo un poco “purificada”.
Aunque lo dicho por monseñor Ozoria sobre la sentencia del Tribunal Constitucional que establece un marco regulatorio para la inmigración ilegal es diametralmente opuesta a la de su antecesor, Nicolás de Jesús López Rodríguez, se requiere que la Conferencia del Episcopado Dominicano emita algún tipo de documento que clarifique la posición de la Iglesia en torno a ese tema.
Lo que de antemano se objeta es el criterio de Ozoria en torno a la supuesta incoherencia del dominicano que supuestamente gestiona una residencia en Estados Unidos, pero objeta que otros extranjeros se asienten en su territorio, porque ese es un juicio injusto y exagerado.
La inmigración dominicana a Estados Unidos no es incontrolada, sino sujeta a leyes que se cumplen cabalmente en esa nación, cuyo liderazgo político objeta hoy una ley de amnistía inmigratoria que beneficiaría a 12 millones de indocumentados.
Bajo el planteamiento de monseñor Ozoria, México, que tiene a más de ocho millones de sus ciudadanos como indocumentados en Estados Unidos, debería abrir las puertas a los millones de centroamericanos que pugnan por llegar a ese país.
El prelado comenzó con el pie equivocado.
El prelado comenzó con el pie equivocado.
http://elnacional.com.do/pie-equivocado/
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